El cáncer de mama es el tumor maligno no cutáneo más frecuente y afecta a una de cada diez mujeres. La principal opción terapéutica de esta patología continúa siendo el tratamiento quirúrgico, bien en forma de mastectomía radical o con las técnicas de cirugía conservadora de mama; cualquiera de estas dos alternativas suele resultar en una importante asimetría. Recientes estudios indican que la reconstrucción mamaria es segura, no retrasa el tratamiento coadyuvante ni la detección de la recurrencia tumoral.
Actualmente sólo a un 15-30% de las mujeres tratadas con mastectomía se les realiza un procedimiento reconstructivo. La reconstrucción mamaria pretende restaurar la simetría de estas pacientes, creando una “nueva mama” con unas características similares en tamaño, forma, contorno y posición a la mama contralateral, corrigiendo el defecto anatómico, preservando la salud y seguridad de la paciente e incluso llegando a tener que realizar un aumento de mamas.
La elección del método más apropiado a la hora de realizar una reconstrucción mamaria dependerá de cada caso, ya que las características propias de la enfermedad y de la paciente nos llevarán a recomendar una o varias técnicas. En este último supuesto, paciente y cirujano decidirán conjuntamente el camino a seguir teniendo en cuenta las limitaciones, ventajas y riesgos de cada procedimiento.
¿Cuándo puedo hacerme una reconstrucción mamaria?
El proceso reconstructivo se puede iniciar en el mismo acto quirúrgico de la mastectomía (reconstrucción inmediata) o en cualquier momento después de la misma (reconstrucción diferida). Asimismo, la reconstrucción se puede realizar usando una prótesis de gel de silicona (Reconstrucción con Implante), usualmente precedido por el uso de un expansor tisular; usando los propios tejidos de la paciente (Reconstrucción con tejidos autólogos) o una combinación de tejidos autólogos más implante.
Tradicionalmente la reconstrucción mamaria se ha realizado de manera diferida. Sin embargo, la creciente evidencia de los beneficios y en particular de la seguridad del procedimiento desde el punto de vista oncológico hacen que actualmente la reconstrucción inmediata sea la 1ª opción en muchos clínicas.
¿Qué ventajas tiene la Reconstrucción Mamaria Inmediata?
Las ventajas de la reconstrucción de mamas inmediata incluyen reducción en costos, resultados estéticos superiores y menos afectación psicológica que las pacientes a las que se realiza reconstrucción diferida. No todas las pacientes son buenas candidatas para la reconstrucción mamaria inmediata; es una excelente opción para mujeres con estadios tempranos de la enfermedad (Estadios 1 y 2). Es esencial trabajar con un equipo cirujano familiarizado con el proceso reconstructivo en el momento de la mastectomía.
¿Cómo es la recuperación?
Tras la operación deberá permanecer en la clínica durante 4-5 días. Las primeras 48 horas son esenciales para un correcto seguimiento y control de la reconstrucción. Se debe contar con personal de enfermería especializado en el control del paciente microquirúrgico, lo que garantiza una respuesta adecuada ante cualquier imprevisto o posible complicación.
Tras el periodo de hospitalización, recomendamos una semana de reposo relativo en casa con la precaución de no hacer esfuerzos físicos. Transcurridos esos días, es beneficioso pasear y progresivamente podrán reanudarse las actividades cotidianas sin realizar tareas domésticas hasta que no pasen como mínimo tres semanas. Es muy importante mantener una buena nutrición para conseguir una rápida curación.
El baño no es aconsejable. Podrá ducharse a partir del tercer día de la intervención manteniendo bien secas e hidratadas las zonas manipuladas en la cirugía. Al principio deberá llevar las heridas de la mama reconstruida y de la región del abdomen tapadas con apósitos. No aplicará sustancias calientes en las zonas intervenidas, ya que al haber disminuido temporalmente la sensibilidad podría provocarse quemaduras.
Deberá transcurrir un mes aproximadamente hasta que pueda practicar ejercicio. Durante ese tiempo, utilizará un sujetador sin aros ni costuras y abierto por la parte posterior -tipo deporte- y una faja abdominal. Una vez curadas las cicatrices (tres semanas después de la cirugía) se recomienda el uso de láminas de silicona durante unos 3 - 4 meses como mínimo para obtener el mejor resultado posible. Debe tener en cuenta que, durante el primer año postoperatorio, en las zonas cicatriciales (surco submamario, axila, abdomen) podrá notar ciertas molestias o dolores leves relacionados con los cambios de tiempo.
No podrá fumar hasta pasadas seis semanas de la intervención y no beberá alcohol hasta que deje de tomar la medicación prescrita por su cirujano. Evite el contacto directo con el sol en la zona intervenida durante los primeros 6-12 meses.
Tras el alta y durante un tiempo, deberá acudir al especialista semanalmente. En caso de que note cualquier cambio tanto en el pecho reconstruido (modificación de color, temperatura, dolor, tensión...) como en el abdomen, deberá comunicárselo de inmediato a su médico.